Vetusta Morla nos deja un concierto para la posteridad

1, 2,3 y 4. Del tirón, el último disco de Vetusta Morla abría el concierto a las 22:15h en la Caja Mágica. Un empiece normalito que fue ganando al público hasta hacernos olvidar, con Palmeras en la Mancha, que queríamos chicha de lo antiguo, para justo después brincar con Golpe Maestro.

38.000 personas sudando la gota gorda estábamos felices de estar ante un Pucho entregadísimo que nos volvió a conquistar con Maldita dulzura. Y que hizo que coreásemos Copenhague como un himno. Y del tirón otras tres canciones de su último disco. Mi aplauso para la puesta en escena y el instrumental de La Vieja Escuela, canción que cada vez me gusta más. Después, respiramos, no solo por su canción Al respirar, preciosa, sino porque mi ubicación en el concierto cambió. Nos fuimos para atrás, salimos del asfixiante calor y desde atrás bailamos con inmenso hueco. Gracias al cambio de ubicación, pudimos disfrutar de los efectos especiales al completo (mi estatura no daba para más entre la multitud), una puesta en escena que por sí sola ya te hacía bailar. Un indie dance con luces, imágenes y bailes del cantante, que entre Te lo Digo a ti, Fiesta Mayor y El hombre del Saco hizo un repertorio completo.

Sus pretensiones eran altas, tanta gente debe poner los pelos de punta. Y les salió bastante bien. El sonido hizo que disfrutáramos de la voz y los instrumentos durante casi dos horas y media sin ningún fallo. Fallo, eso sí, la cantidad de gente (no hubiera estado mal unas 8000 personas menos), las colas de baños y tótems y la señalización del parking. Eran dimensiones de un festival y ni me imaginaba que la organización de un concierto de Vetusta Morla me fuera a dar esa sensación. Sensación que me encanta.

El público entregadísimo y su profesionalidad en el escenario funcionaron maravillosamente. En mi humilde opinión, Mismo Sitio Distinto Lugar, necesitaba de un espectáculo para entenderlo y vivirlo y lo consiguieron. Sin duda, la banda y nosotros nos fuimos con un concierto inolvidable.