El Ayuntamiento de Pinto, apoyo ferviente la comunidad LGTB
La comunidad LGTB sigue sufriendo discriminación entre la sociedad y, aunque parece que estamos avanzando paso a paso, aún hay personas que no se sienten cómodas con su orientación sexual. No es concebible que el hecho de vestirte de una determinada forma o sentirte atraído por una persona de tu mismo sexo sea motivo de “vergüenza” y de escondite. Por ello, el Ayuntamiento de Pinto muestra todo su apoyo a la asociación Arcópoli en relación un manifiesto que fue elaborado el 19 de febrero.
La comunidad lucha especialmente contra la discriminación de estos sectores de la población en ámbitos del deporte. El ayuntamiento anima a todos aquellos deportistas que tengan “gestos de solidaridad y eviten los comportamientos y comentarios homófobos, tránsfobos o bífobos para que se pueda crear el ambiente adecuado donde todos los compañeros y compañeras se encuentren en igualdad y puedan disfrutar de su vida privada independientemente de su orientación sexual o identidad de género”.
En el manifiesto mencionado, Arcópoli expone su propósito de fomentar un deporte sin barreras, sin exclusiones, donde todo el mundo pueda sentirse cómodo y pueda jugar libremente. No es necesario llegar hasta el punto de que una persona tenga que “demostrar” si es heterosexual o no para poder debutar en el campo de juego. Especialmente los rechazos son muchos más duros en el ámbito deportivo, ya que existe una gran competitividad y mucha desconfianza por parte de los participantes.
En el manifiesto también hubo un espacio dedicado a pedir una mayor visibilidad de las mujeres en el mundo del deporte, así como más recursos para que se sientan en igualdad de condiciones. En la publicación se mencionó varios casos de deportistas que salieron del armario sin ningún tipo de pudor, como Javier Raya o Víctor Gutiérrez y cómo el caso de Gareth Thomas dio mucho de qué pensar de nuestra sociedad al tener que retirarse por no aceptar su condición sexual.
Todos estos cambios son posibles si se trabaja en equipo. El primer paso lo tienen que dar las instituciones, las que tienen mayor poder, para poder impulsar a todas aquellas personas a que sean fieles a lo que son y lo que sienten sin ningún tipo de reparo en ello. Porque todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos.