El futuro gobierno de Pinto (Análisis de los resultados II)
El pasado domingo 24 de mayo, los vecinos de Pinto pidieron un cambio en el modelo de gestión en el Ayuntamiento de la localidad. Pese a ser el Partido Popular de Miriam Rabaneda la fuerza más votada con un 31,26% de los apoyos y con un total de 7.185 votos, los partidos de izquierdas de Pinto (Ganemos y PSOE) suman 11.193 votos, lo que supondría un 48,7%, es decir, 1 de cada 2 vecinos prefiere la izquierda frente que 1 de cada 3 que prefiere que gobierne otros cuatro años la derecha.
Los concejales a elegir el pasado domingo ascienden a un total de 21, siendo siete para el PP, siete para Ganemos, cinco para el PSOE y dos para Ciudadanos. Por lo que tras esta clara tendencia al cambio, se pueden producir diversas interpretaciones de aquí al 13 de junio, fecha en la que se proclamarán las nuevas corporaciones en los más de 8.000 ayuntamientos del país.
Para obtener un gobierno estable se necesitan dos cosas: la primera pasa por ser la fuerza más votada y que el número de concejales de la oposición no superen los obtenidos por esta fuerza y la segunda sería un gobierno de coalición que llegue a los 11 concejales.
El Partido Popular, como fuerza más votada, dispone del mismo número de concejales que Ganemos Pinto- siete-, cualquier moción llevada al pleno, presupuestos incluidos, puede ser derrocada fulminantemente por la suma de Ganemos y el Partido Socialista. Sin embargo, las funciones de la Junta de Gobierno Local son amplias y podrían aplicar ciertas medidas que no tienen como condición sine qua non el pasar por pleno. En este caso, el Partido Socialista se convertiría en blanco de todas las negociaciones para que diera su apoyo a unos o a otros. Ciudadanos, al contar con solo dos concejales, tendría un valor meramente testimonial.
La primera de las opciones posibles para formar un gobierno de coalición sería PP y PSOE, la llamada “Gran Coalición” que tanto descontento ha ocasionado entre la ciudadanía. Por lo que en un principio podría estar descartada, máxime cuando la candidata a la alcaldía Miriam Rabaneda aseguró que en sus planes no entra el pactar para formar gobierno (la coalición PP y Juntos por Pinto no salió nada bien y puede que la lección esté aprendida) y cuando Diego Ortiz– candidato por el PSOE- afirmó no tener enemigos a la izquierda del Partido Popular.
La segunda opción sería un gobierno entre PP y Ganemos, dos figuras antagónicas. La primera conservadora y la segunda unida por el clamor popular y nacida ante las injusticias del gobierno del Partido Popular. También quedaría descartada.
La tercera opción, y dentro de lo posible, más viable, sería una coalición formada por Ganemos Pinto y por el Partido Socialista. Entre los dos sumarían el 48,7% de los votos emitidos el pasado domingo, es decir, uno de cada dos pinteños han votado por estas formaciones. Sin embargo, Ganemos Pinto se comprometió a gobernar únicamente si era la lista más votada. Pero el panorama ha cambiado: Ganemos ha empatado técnicamente con el Partido Popular y la ciudadanía habla y pide un gobierno que puede cambiar el rumbo del Ayuntamiento de Pinto y convertirlo en cercano y participativo basado en las nuevas formas de la política, el famoso “mandar obedeciendo”. Un modelo similar al que se prevé en la capital entre Carmena y Carmona, la primera de Ahora Madrid- el hermano mellizo de Ganemos Pinto- y el segundo del Partido Socialista.
Sea cual sea la opción elegida por nuestros representantes políticos, el diálogo y las negociaciones serán el leitmotiv de la legislatura.