Miguel Ángel Olmos: Cuba, tras la cámara
El fotógrafo pinteño Miguel Angel Olmos expone a partir del próximo jueves 4 de febrero su obra “Cuba, una mirada diferente” en la biblioteca Javier Lapeña de Pinto.
“Con esta exposición pretendo contar mi viaje, lo que más me gustó, o simplemente lo que me llamó la atención. Pretendo que mis fotografías transmitan vida, transmitan sentimientos, en definitiva, sean capaces de transmitir al que las mira algo diferente”
A pesar de estar en pleno ajetreo ultimando los detalles de la exposición, Miguel Ángel ha tenido la amabilidad de conceder una entrevista a este medio.
¿Cuándo y por qué empiezas a hacer fotografías?
Pues el primer recuerdo que tengo es de una granja escuela en el año 92 o 93, tendría unos 8 o 9 años. Mis padres me regalaron una cámara réflex, hablamos de carrete por supuesto, pero versión niños. Todavía conservo alguna foto de aquella excursión. Más tarde, pero aun en el colegio, recuerdo apuntarme a actividades extraescolares referentes a la fotografía donde nos enseñaban a revelar con los 3 líquidos y demás. Posteriormente llegaron las cámaras de carretes compactas y siempre destaqué por ser el que más carretes llevaba, el que más revelaba… Siempre me encantó hacer fotos.
Tal vez un momento importante en la aventura de la fotografía, fue un año que decidí hacer inter rail con amigos por Europa. Mi compacta se rompió. Yo ya trabajaba, tendría unos 19 años y me pasé a la era digital, pero aún compactas. Sin tener ni idea de composición, ni recordar conceptos básicos, y por supuesto haciendo fotos en automático empezaba a intentar cosas diferentes, cosas que mis otros amigos después imitaban pero sin más.
Pero el gusanillo ahí estaba, veía fotos de gente con una nitidez que me daba una envidia terrible y así fue como me embarqué hará unos 7 años en mi primera cámara réflex digital, la cual he jubilado después del viaje precisamente a Cuba. Una cámara réflex totalmente amateur, con un objetivo todo terreno que me permitía muchas cosas diferentes y entonces aún en automático, empecé a probar cosas diferentes, aún sin entender ciertas cosas.
El cambio total se produjo hará 5 años, un amigo de Zamora, lugar donde viví 4 grandes años, se compró otra réflex, y si bien yo tenía más gusto, él sabía mucho más técnicamente hablando, lo que hacía que el resultado final fuese espectacular. Desde entonces, no se muy bien si por mantener viva esa amistad, nos agarramos a la fotografía, o por qué, pero empezamos a hablar horas y horas sobre fotografía, hasta nuestra primera quedada nocturna.
Y es aquí, en la fotografía nocturna, al abordarla, donde he aprendido todo sobre técnica, encuadre, valor ISO, composición, distancia hiperfocal y miles de conceptos hasta el momento desconocidos para mí.
Y por último apareció Mario Rubio, nuestro “DIOS” de la fotografía nocturna; una vez más mi amigo David me lo descubrió y la verdad, seguirle, es un subidón para los sentidos, la creatividad y la motivación. Pero claro, ya hablamos de una persona que hace fotos, para mi gusto, al alcance de muy pocos.
Desde ese momento, en los últimos 4 años y aunque suene muy tópico, la fotografía me ha dado más a mí de lo que yo hasta el momento le he dado a ella.
¿Es fácil ganarse la vida siendo fotógrafo? ¿Consideras que tus fotografías son obras de arte?
Pues supongo que eso lo tendrá que decir un fotógrafo que se gane la vida siendo fotógrafo. Por desgracia, no soy fotógrafo “profesional” y lo entrecomillo, porque tener un estudio, o una tienda no significa ser profesional. Estoy harto de ver a gente trabajando en este ámbito que no tiene ni idea y solo copia una y otra vez las mismas fotos con diferentes sujetos sin sacar nada de alma a las fotos, sin aportar nada suyo su propio sello.
Hace poco conocí por medio de amigos comunes a una chica, Sara Castro, se hace llamar “El Latido de la Luz” cuando veo una foto de repente en alguna red social, rápido se que es de ella. Tiene su sello, tiene su firma en la imagen, eso es arte. Eso es ser fotógrafo. No tiene renombre, ni vive de ello, aunque como a mí me pasa siempre será nuestro sueño, pero simplemente, tener la suerte de poder abrir un negocio y dedicarte a ello es algo que no es tan sencillo y pocos afortunados lo consiguen.
Vuelvo a mi amigo David, y es que es imposible no recurrir a él. Vive en Zamora y seguramente por timidez, o no tener la cara dura que tengo yo, nunca exponga, o nunca llegue a ganar un concurso, pero si solo una persona le diera una oportunidad en su ciudad, te garantizo que en poquísimo tiempo su negocio, su estudio pasaría a ser un referente en la ciudad.
No se si mis fotos son obras de arte, pero a mí me gustan, y a la gente que me quiere también, y es una excusa perfecta para seguir en contacto con amigos que tengo lejos, en Zamora y en Aranda de Duero. Ojala algún día un fotógrafo de los que admiro me diga: ¡menudo fotón, entonces sabré que esa foto ya es arte!
¿Qué significó para ti ganar el Concurso maratón de fotografía del Ayuntamiento de Pinto?
Recuerdo aquel concurso como otro punto de inflexión, en ese momento ya tenía más idea de técnica, quizás aún no la suficiente, pero justo gané la categoría de fotografía nocturna. El tema era claro: Los 4 elementos. Justo coincidía a noche de San Juan, y las Brujas de Iris estaban haciendo su ritual de purificación. Casi todos los fotógrafos estaban allí, venga a sacar fotos, y yo decidí irme de allí. Me di una vuelta por el parque Juan Carlos I y entonces en la cascada vi la luz de una farola reflejada en el agua. Decidí que esa sería mi foto. Saque 3 tomas y presenté una y gané. Me salí de lo normal, de lo lógico y eso significo dos cosas, una motivación brutal para seguir aprendiendo y una frase que siempre digo a quien viene conmigo por primera vez sin tener ni idea de hacer fotos pero quiere aprender:
“Cuando todo el mundo mire hacia delante, tú mira hacia atrás, puede que allí encuentres tu foto”
El siguiente año no gané nada, y creo después no pude presentarme.
Pero entonces llego el concurso “La Bella Tuerta” y fue un premio que se lo dio un jurado a una foto, pero para mí fue un premio a dos años persiguiendo mi sueño de poder un día trabajar en esto, que un estudio, que una empresa, que un fotógrafo me llame y me diga trabaja para mí. Eso o un pequeño premio en el euro millón que me permita abrir mi propia tienda. Mientras tanto a seguir soñando.
A lo largo de tu trayectoria, ¿cuántos países has podido fotografiar? Y de ellos, ¿con cuál te quedas?
Complicado. Países he podido fotografiar, contando España por supuesto, unos 12 países diferentes. A día de hoy por sus paisajes, por su arquitectura, por todo, me quedo con España. Ahora bien, teniendo el conocimiento que tengo a día de hoy, me encantaría repetir Bélgica e Italia, en concreto, Brujas, Roma y Venecia respectivamente. Los canales, la noche iluminada, es otro mundo y tengo que volver a sacar esos canales que enamoran a cualquiera.
Ahora bien, lo que experimente en Cuba, creo nunca me había pasado nada parecido. En cada foto, en cada momento, la amabilidad de muchas personas para fotografiarlas, eso es algo que en Europa no me he encontrado hasta el momento.
Por las fotografías que subes a las redes sociales, vemos que recurren mucho a fotografías de mujeres embarazadas y bebés, ¿tiene algo el vínculo madre-hijo/a que te atraiga especialmente a la hora de fotografiar?
Si, la edad, es decir, todos mis amigos o muchos empiezan a ser papdres (risas), así que es inevitable la llamada de rigor para que les inmortalice su amigo el momento y yo encantado.
Bueno, ahora, hablemos de la exposición “Cuba: una mirada diferente” que se inaugura este jueves. ¿Estás nervioso? ¿Cómo crees que la acogerán los pinteños?
Pues la verdad más que nervioso, tengo mucho respeto, ya que una representante de la embajada de Cuba acudirá la exposición. lo que yo aspiro transmitir es vida en cada foto, vivencias, momentos y alguna cosa rara de esas que tenemos los artistas.
Espero a los pinteños les guste. Que al menos no les sea indiferente, que lo vean y les diga algo, con eso estaría más que contento.
Concretamente, ¿qué lugares de Cuba podemos ver en esta exposición y por qué crees que en ella hay “una mirada diferente”?
Pues podemos ver, desde mi mirada, La Habana, Santiago de Cuba, Guardalavaca, Camagüey y Trinidad.
De Cuba son un total de 25 fotos de 33 que contiene la expo. Estoy harto de ver fotos tan típicas de la Bodeguita del medio, de la Guarida, del Floridita, de los Coches clásicos sin más. No es que en mi expo no se vea, claro que se verán, hablamos de Cuba, pero he intentado mirar Cuba, como la miraría un Cubano y no tanto como la miraría un turista. Espero poder haberlo conseguido y sino al menos me vuelvo con unas bonitas fotos de mi viaje.
¿Cómo se puede disfrutar de la luna de miel al mismo tiempo que se trabaja?
Sencillamente, no estaba trabajando. Es mi hobby y el día que deje de serlo, incluso si consigo llegar a vivir de ello, lo dejaré pues habrá perdido toda la magia.
Explícanos esos problemillas que tuviste con la cámara, ¿crees que la parte técnica y el equipo es lo más importante en un fotógrafo?
Pues un problemón, yo ya tenía una cámara nueva, regalo de boda de esos dos grandes amigos en la distancia, pero puesto que el valor sentimental, y el desconocimiento total de su uso era tan grande me fui con mi pequeña como último servicio y menos mal. Al cuarto día de viaje la pantalla donde en la era digital vemos las fotos, reventó por la humedad y los cambios térmicos. Así que me vi obligado a hacer fotos como en la época de carrete, sin saber si lo que sacaba estaba bien o mal.
Tal vez si estuviese menos loco o si hubiese confiado menos en mí mismo, no se muy bien cual de las dos, hubiese tirado en automático, pero decidí seguir en manual. Obviamente hice bien. Si la pantalla no hubiese reventado podríamos estar hablando de una expo de más de 50 fotos dignas de exponer, pero también agradecí mucho ese problema porque me hizo entender que ya sabía más de lo que pensaba y confiar más en mí mismo.
La parte técnica si es esencial y fundamental para un fotógrafo, si no sabes nada, por mucho que intentes entender el manual, no entenderás que leches te pasa o por que sale todo tan mal. Ahora bien, el equipo, cuanto mejor es, más ayuda, pero de nada sirve tener una cámara espectacular si no sabes para que sirven los botones que tiene. Pero obviamente, lo que puedo llegar hacer con mi cámara actual y mis conocimientos, es algo impensable con mis mismos conocimientos y la cámara anterior que ya digo es totalmente amateur.
En esta exposición vemos tu interés de nuevo en las personas, sobre todo en los niños, de Cuba con qué te quedas ¿Con sus paisajes o con sus gentes?
Sólo hay una de niños, aunque si hay en total 6 de personas, de sus gentes. Esos paisajes espectaculares claro que sí, no serían nada sin la hospitalidad y cariño de las personas que viven allí.
¿Qué problema tienes con el Photoshop?
Problema ninguno y respeto a quien lo utiliza, pero en mis trabajos no hago montajes, solo hago lo que en fotografía se llaman Ajustes Básicos, que se pueden hacer con muchos programas diferentes. Esto es, básicamente, dar algo más de luz a la escena completa, o algo menos, algo de contraste o menos, enderezar una foto que salió torcida por la posición cosas que si tú ves la foto, y después estuvieses allí, esos colores son exactamente los mismos. Si utilizo el blanco y negro, porque si bien no es un montaje, sino más bien limitar la gama de colores a blanco y negro para resaltar ciertas cosas en las fotos. Y es que animo a todo el mundo que vea la expo que no dude en preguntarme cualquier detalle que no entienda.
En tu exposición cuentas con la presencia de la delegada de cultura de la embajada de Cuba, ¿cómo crees que reaccionará al ver tus fotografías? ¿Crees que adquirirá alguna?
Espero le gusten, que se vaya con la sensación de que hago justicia a Cuba, a su gente y a sus paisajes. Que hago justicia al gran país que forman en muchos aspectos a pesar de los problemas que los diversos conflictos políticos como el bloqueo les han podido ocasionar.
Si adquiere alguna, eso será símbolo de que algo hice bien, de que mi mirada diferente, mi intención de mirar Cuba como un cubano, mi principal objetivo al menos en alguna foto lo he conseguido.
Las fotografías las vendes a precios muy asequibles. Una por 15 euros y dos por 25. ¿Esperas venderlas todas? ¿Qué sientes cuándo alguien se lleva una de tus obras a su casa?
Las vendo baratas porque el arte debe ser para todos los públicos y porque necesito recuperar la inversión hecha jajajaja. Pero principalmente porque creo, como principio básico, que el arte, y lo reitero, debería de ser para todos los bolsillos.
Solo quiero que quien se las lleve, sea porque de verdad les gustan, no aspiro vender alguna o todas, ten en cuenta, al menos a mí me gustan, así que eso no va a cambiar porque no se vendan, pero obviamente si se venden es una sensación increíble, esa sensación de que un trocito de mi estará en la vida privada de alguien , en su salón habitación bar o empresa, que considera digno de formar parte de ellos porque les ha transmitido algo y vuelvo al principio, ¡HABRÉ CONSEGUIDO QUE MIS FOTOS TENGAN ALMA, que mis fotos tengan VIDA!
Cuéntanos un poco sobre la exposición de fotografía nocturna que también podremos ver estos días en la biblioteca Javier Lapeña. ¿Recomendarías la experiencia de hacer fotografías junto a otras personas y dejar de lado el rol de fotógrafo solitario?
Pues habrá 6 fotos nocturnas, y solo una de ellas es mía. Son del grupo “flasheados fotografía nocturna”, en este caso de dos miembros de mi amigo David y mías por no poder coincidir los 3 que lo formamos. Podemos ver fotos de más de 2 minutos, y diferentes técnicas de fotografía nocturna.
Menos la mía en solitario que es en Asturias, el resto son en la provincia de Zamora.
Es una pasada hacer fotos en grupo. Una sola cámara, varios iluminando la escena y trabajando en equipo. Si encima son amigos, es como el que juega en un equipo de futbol y gana el partido. Aquí siempre se gana, porque aunque la foto sea una basura, la amistad y las risas de esa noche y las anécdotas son eternas.
¿Piensas exponer “Cuba: una mirada diferente” en otros municipios?
Tengo pensado en dos sitios diferentes de la Comunidad de Madrid pero hasta no concretarlos prefiero no decir donde. Después, en Zamora, quiero intentar exponer, y por supuesto en Torregamones, pueblo de mi mujer, y pueblo adoptivo mío por supuesto.
Y si cualquier persona considera o le apetece que exponga en su negocio, o en algún sitio no tienen más que ponerse en contacto conmigo.
¿Hasta cuándo podremos disfrutar de esta exposición en Pinto?
Hasta el 20 de febrero en horario de biblioteca.
Por último, si tuvieses que elegir un lugar de Pinto para fotografiar, ¿con cuál te quedarías?
Me encanta la visión de la torre de Éboli según bajas por la calle María Maestra del Rosario. Hay un punto exacto que de noche es una maravilla, las casas a los lados y la torre de frente. Y cuando descanse de todo esto, tal vez le proponga al Ayuntamiento una colaboración de fotos nocturnas corporativas de coches de policía y PIMER, que con sus luces dan mucho juego. Pero bueno, poco a poco y paso a paso. Que las cosas me gusta ir haciéndolas despacio pero bien.
Os esperamos a todos del 4 al 20 de febrero en la Biblioteca Javier Lapeña.