Análisis sobre los primeros 100 días del nuevo gobierno municipal
Es difícil dar datos objetivos sobre la gestión municipal de un gobierno en tan solo 100 días pese a ser costumbre tras la celebración de unas elecciones.
La mejor opinión es la que podrían dar los vecinos sobre si han visto mejoras o no en nuestro municipio, pero entendemos que es materialmente imposible recoger todas las opiniones y es por ello por lo que desde el Grupo Municipal de Ciudadanos (C`s) Pinto trasladamos, además de nuestra percepción, las opiniones de numerosos vecinos recogidas por nuestros concejales y en las redes sociales locales.
El inicio del mandato ha sido complicado dado que el nuevo Gobierno tuvo que justificar ante su electorado el incumplimiento del punto número 1 de su programa electoral y tomar la difícil decisión de subir el tipo impositivo del IBI. Quizá estos han sido los dos temas más importantes en torno a los que ha girado la actividad política municipal, y los que han generado más polémica tanto entre los diferentes partidos políticos como entre los vecinos, ya que afectan a la práctica totalidad de la población.
Como en toda gestión, ha habido luces y sombras y la percepción general es que en estos más de tres meses de gobierno de Ganemos Pinto, nuestro municipio sigue igual, ni mejor ni peor.
La limpieza de nuestras calles sigue siendo muy deficiente, nuestros jardines continúan en un estado de abandono lamentable y si bien es cierto que esta competencia es de la empresa que gestiona la limpieza, recogida de residuos y mantenimiento de zonas verdes, los ciudadanos observan que nada ha cambiado. Desde C’s esperamos que este asunto se solucione cuanto antes o se tomen las medidas oportunas para que Pinto vuelva a ser lo que fue y la limpieza de nuestras calles así como un buen estado de nuestras zonas verdes vuelvan a ser una de las señas de identidad de nuestro municipio.
Respecto a otros temas, demagógico ha sido su posicionamiento en cuanto a otro punto de su programa electoral, el referente a “cero cargos de confianza”, entendiendo y haciendo entender que se hace por una reducción de los gastos del Ayuntamiento, cuando a cambio libera más concejales en la oposición que nunca, con el gasto correspondiente.
La actitud del nuevo Gobierno respecto a temas con los que no está de acuerdo ha sido complicada por su carácter poco tolerante y aún menos dialogante. El nuevo Gobierno no se ha dado cuenta de que gobierna en minoría, y en temas tan importantes como la ordenanza del IBI impuso con la complicidad del PSOE una subida en el tipo de gravamen que a fecha de hoy no tiene intención de bajar alegando “la posible quiebra del Ayuntamiento” y demostrando posteriormente que no es posible tal quiebra, pues una casa a punto de derrumbarse lo último que hace en comprar un coche cuando se ha demostrado en los últimos cuatro años que se podía pasar sin él.
Destacable también es el nivel de exigencia que como oposición ha tenido (y en todo su derecho) respecto a los que ahora somos oposición, lentitud y falta de interés en dotar de herramientas a los grupos de la oposición.