El escorpión y la rana
Lo primero en lo que pensé, en cuanto el PSOE de Pinto votó en contra de los presupuestos para 2016 presentados por Ganemos en el pleno del pasado viernes, fue en una fábula atribuida a Esopo y titulada “El escorpión y la rana” . Su moraleja sería algo así como: no trates de engañarte con alguien creyendo que puede ser diferente, ya que hay personas que no pueden renunciar a su naturaleza. La pregunta es ¿Por qué el PSOE de Pinto votó junto al PP en contra de los presupuestos?
El PSOE de Pinto tiene un problema. Ha visto los resultados de las pasadas elecciones generales y se ha dado cuenta de que ahora es la cuarta fuerza del municipio, con peores cifras que en las municipales. Todos sabemos que los resultados no son comparables, pero es muy posible que estén preocupados. Y si además, con sus votos, se aprueban unos presupuestos progresistas que permitan a Ganemos llevar a cabo su programa, el futuro del PSOE se vuelve incierto dentro de cuatro años. Y no olvidemos que volver a salir dentro de cuatro años es el verdadero objetivo.
En la oposición su papel ahora mismo luce más bien poco, y lo saben. Pero es que el PSOE no ha sabido estar nunca en la oposición. En la anterior legislatura ese papel lo interpretaron dos partidos más pequeños, con dos concejales cada uno: UPyD y MIA de Pinto. Y estos últimos sin ningún liberado. Tras cuatro años prácticamente desaparecidos, puede ser la puntilla final para el partido estar cuatro años más a rebufo de una fuerza progresista. Así que, de alguna manera había que hacer creer a los pinteños que se estaba haciendo algo. Por eso el PSOE de Pinto lo primero que puso sobre la mesa de negociación de los presupuestos fue tener una página en la nueva revista municipal: o había una página para el PSOE o no habría apoyo. Y no ha habido página.
Votando en contra de los presupuestos el PSOE de Pinto ha apostado todo su dinero a una carta: que Ganemos Pinto no pueda gestionar los presupuestos del Partido Popular durante éste año y, finalmente, pida ayuda al PSOE. De hecho, leyendo las declaraciones de Diego Ortiz a EFE, esa es precisamente la idea que transmite: ahora toca un acuerdo de legislatura. Evidentemente, mejor que una página en la revista municipal es poder hacer tuyos los avances que se produzcan en el pueblo al ser parte del gobierno.
Lo que pasa es que Diego Ortiz demuestra con esas declaraciones no conocer demasiado, o no importarle, cómo funciona Ganemos Pinto por dentro. Un acuerdo de legislatura, sillones de concejalías incluidos, requeriría de su aprobación en una asamblea general de Ganemos. ¿Y cómo cree Diego que reaccionará la gente al presentar a la asamblea un acuerdo de legislatura con, precisamente, los que acaban de apuñalar por la espalda a Ganemos? Yo no apostaría mucho a que se vaya a aceptar. La gente tiene la mala costumbre de tomarse mal ser apuñalados por la espalda.
Pero apostar tanto a una carta tiene un riesgo importante. ¿Qué pasa si, tras otros once meses gestionando unos presupuestos que no son suyos, y gobernando en minoría, Ganemos Pinto lo hace bien? ¿Acaso no demostraría el equipo de gobierno que son unos grandes gestores? ¿No es precisamente eso lo que quiere la gente para llevar una alcaldía? ¿No supondría darle alas y un motor a reacción a Ganemos para revalidar la alcaldía en las próximas elecciones, y con una mayoría más amplia?
Como no dudo que esto vaya a suceder, la situación dejaría una única opción al PSOE de Pinto si quiere gobernar: hacer una moción de censura junto al Partido Popular. Pero todos sabemos cómo terminaría algo así. Precisamente con el PSOE barrido de la faz del municipio.
En realidad el PSOE de Pinto tenía una jugada mucho mejor. Mejor para el PSOE de Pinto y mucho mejor para los pinteños. Y no era apoyando los presupuestos de Ganemos Pinto en el pasado pleno. La jugada que habría hecho al PSOE campeón se tenía que haber producido cuando se reunieron por primera vez con la concejala de Hacienda: frente al primer borrador de los presupuestos de Ganemos, el PSOE tendría que haber puesto ochocientas propuestas de políticas sociales y progresistas. El PSOE tendría que haber hecho suyos los presupuestos.
Pero eso, me temo, se parecería sospechosamente a trabajar. Y al igual que el escorpión de la fábula de Esopo, el PSOE de Pinto no puede renunciar a su naturaleza.
1 Comment
Comparto tu análisis de la situación. Una lástima en lo q se ha convertido el psoe!