En el 35 aniversario de ACIP
Lejos queda aquel año 1979, fecha de la fundación de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Pinto. Lejos queda aquel año 1990, fecha de mi nueva residencia en este municipio, con domicilio en el Barrio de La Indiana, cuando todo era campo a la espalda. Han pasado cuatro años largos desde nuestra marcha. Me sorprendió muy gratamente su invitación para asistir a la cena que conmemoraba su 35 aniversario, celebrada además en apoyo de una de las asociaciones pinteñas que más estimo: la de Minusválidos. No pasa el tiempo cuando atrás dejamos amigos y trabajos, “feeling” que Eva Barja, Presidenta de A.C.I.P. dijo. A mi llegada, Pinto tenía 22.191 habitantes. Hoy ronda los 50.000 en un municipio que, más allá del incremento de población, y a mi juicio, ha quedado estancado y soportando la crisis. Y aquí estaban los comerciantes de A.C.I.P., vivos y con empuje.
El 28 de noviembre del año que ya termina, estoy sentado junto a mi esposa y entre amigos a la mesa del Hotel Las Artes, en esta cena donde celebramos el treinta y cinco aniversario de A.C.I.P. A mi memoria llegan aquellos años cuando era Presidenta de la Asociación Yolanda Redondo, y aquella Junta Directiva de la que formaban parte la hoy Presidenta Eva Barja, Mercedes Astudillo y Fernando Larra.
Ha pasado el tiempo. Mucho agua ha circulado ya por este río. Pero he podido comprobar que esa otra corriente de amistad, la de los que luchan para seguir en pie, no ha desaparecido, cuando además de conmemorar los primeros pasos de esta Asociación, la cena se celebra en apoyo de la Asociación de Minusválidos de Pinto. Al respecto de estos últimos, aún recuerdo el festival que celebramos junto a ellos las diferentes asociaciones pinteñas, por iniciativa de “Encuentro de Aromas”, en el polideportivo hoy cubierto y llamado Alberto Contador, bajo la consigna “Todos Somos Válidos”, y es que a este que propuso el lema siempre le ha sonado mal aquello de minusválidos. He conocido entre los así llamados, y guardo para ellos un recuerdo entrañable, personas de inmensa valía.
Lo siento, no he podido impedir este asalto de la memoria. Me ha sobrevenido en medio de un suculento menú servido en platos de amistad. En el acto estaba la alcaldesa Miriam Rabaneda y el Concejal de Comercio; representantes de los partidos políticos: PP, PSOE, UPyD (Mojarro, tan efusivo como siempre), y representantes de la Asociación que recibía el apoyo. Allí disfrutamos de una excelente conversación, y de las actuaciones de la monologuista Carolina Noriega, la cantante de flamenco Isabel Luna, y del cuadro de baile flamenco Soñares; allí se les hicieron entrega de la placa de fidelidad a Imán Joyeros y a la empresa, municipal todavía supongo, ASERPINTO; allí se procedió al tradicional sorteo de regalos donados por diferentes empresas y el de un viaje por Europa para dos personas.
Fue una fiesta, una celebración de los que siguen en la brecha a pesar del zarandeo de la crisis. Mis compañeros de mesa, junto a sus esposas, comentaban iniciativas de empresarios que habían tenido que cerrar su negocio a su pesar, y de nuevo lo abrían. Al oírles, no pude ni puedo quitarme de la cabeza las declaraciones hechas por Justo Fernández, Presidente de la otra Asociación del Comercio y Hostelería de Pinto, hechas a un medio el diez de abril del pasado 2013, donde señalaba que, desde la fecha de su fundación en el año 2002, habían cerrado 104 establecimientos de los 166 que la componían: Un 62,65%. En ese año 2013 Justo Fernández se quejaba de la “inexistente política de comercio que ha existido”, aunque este que firma sabe distinguir etapas. En ese mismo artículo, Charo Machado, presidenta de Emprende Pymes declaraba que “la situación es crítica”, y solicitaba que desde las Administraciones se siga “trabajando y elaborando proyectos que ayuden a incentivar el consumo”.
Francamente, cuando uno recibe notas como la del MIA, que exige políticas concretas para fortalecer el actual tejido industrial de Pinto, y pide explicaciones al Partido Popular, en Pinto y en la Comunidad, de porqué este municipio ha sido excluido de las ayudas de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), ayudas que la CAM ha puesto en marcha para apoyar el tejido industrial y empresarial mediante subvenciones de distinta cuantía, durante el periodo 2014 a 2020, por un montante total de cuatro millones de euros, y observa que está destinado a empresas en Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Humanes, Leganés, Móstoles y Parla, pero no Pinto, uno se queda con la duda de que si estamos ante un caso de desidia política o de intereses electorales que pretenden jugar más fuerte en localidades donde tiene mayor riesgo, o mayor caladero de votos, y no en aquella donde cree ganar por goleada, ¡y Pinto siempre fue un municipio gobernado por la izquierda!. Claro que el MIA también informa de su pregunta en las Mesas de Empleo acerca de los proyectos presentados por el Ayuntamiento para concurrir al “Plan Activa Sur”, donde si está incluido junto a otros 22 del sur, proyectos que debían haber sido presentados antes del pasado quince de septiembre, y a 21 de octubre no había recibido respuesta alguna.
Acecha el paro registrado como en la EPA, aunque el primero descendió en Pinto en 130 personas, hasta las 4.814 que tenía, más de un 10% (485) menores de 25 años, según datos de 2013; acecha el riesgo de exclusión social. Da grima comprobar que para ellas el Ayuntamiento de Pinto se limite a crear un “programa de ayuda” consistente en “acciones formativas”, destinado a “personas que están percibiendo la Renta Mínima de Inserción y aquellas que se encuentran en riesgo de exclusión, donde se trabajarán actividades sociales, laborales y de acceso a nuevas tecnologías”. ¿Sólo eso, en un país donde la desigualdad crece un 20 %, en una crisis que Carlos Berzosa, hace cuatro años anunciaba para diez, y de diez más nos hablan ahora, y donde el número de empresas en concurso de acreedores crece un 32 % en 2013?. ¿Por qué una UTE en tareas de ASERPINTO? ¿Por qué cortarle las alas a este empresa municipal, orgullo de los pinteños por cómo atendía el trabajo encomendado y daba trabajo? Decían de ella, los que ahora gobiernan, que era fábrica de enchufes y lo era de empleo sin mirar a quien (casos conozco), incluyendo el cuidado del Parque Juan Carlos I, encomendado a PRODIADIS, la empresa creada para dar ocupación a los “todos somos válidos”, llevado a cabo con toda escrupulosidad.
Lo dijo el Premio Nobel Paul Kurgman en su trabajo “¡Acabad ya con esta crisis”! (ed. Crítica, 2012): La crisis es de consumo, de demanda, porque el que no tiene ingresos no consume, y los comerciantes resisten como pueden porque no venden lo necesario para mantener a flote su negocio.
Hoy, cuando tengo que agradecer a A.C.I.P. que se haya acordado de mí después de cuatro años; cuando debo reconocer a estos, que fueran compañeros, su trabajo para mantener activas sus empresas, sus comercios, en pie frente a la crisis; hoy que deseo felicitarles a todos ustedes, y al equipo que hace posible que este medio salga, no puedo hacerlo del todo porque pienso en los excluidos, en los parados, en cuantos perdieron su casa y su esperanza, y recuerdo la referencia que hace Krugman a Ben Bernanke, el que fuera presidente de la Reserva Federal de los EE.UU, cuando hablaba, ¡en marzo de 2009!, de los “brotes verdes”, y no la que yo llamaba “ministra pajarito” a la que se imputaba la “originalidad”. Es Kugman quien cita la conferencia de Bernanke, en 2010, titulada “La economía de la felicidad”, donde señalaba que “el dinero carece de tamaña importancia una vez que uno ha llegado a poderse costear las necesidades de la vida”.
Hoy parece un insulto porque el dinero no llega para mucha gente: los que viven en una desigualdad corrosiva, en angustia cotidiana para poder subir el cierre de su pequeño negocio, en algo que las encuestas llaman trabajo que los mantiene en exclusión, de los mueren un poco cada día, cocidos en desesperación. Son tantos, y en tal situación, que se me hace difícil felicitar nada.
Con todo y pese a todo, allá va mi deseo: ¡Feliz les sea el tiempo por venir!.