Es tiempo de San martín
En la actualidad, tal y como se encuentra el panorama respecto a la política en nuestro país, se ha generado la inexplicable sensación de que cualquier político con argumentar que no ha sido identificado como corrupto, bien por su honorabilidad en el cargo, bien por su destreza en este arte de la corrupción, se ha ganado el respeto social por su lógica gestión, adecuada a las normas más básicas que se les presupone.
Un político puede ser corrupto en dos ámbitos relacionales dentro del desempeño de las funciones de su cargo, la propia definición que recoge la RAE sobre el término “corrupto” expone de forma manifiesta estas dos formas de corromperse, fácilmente reconocibles en el ámbito de la política.
Es corrupto respecto de la legalidad y de la falta de respeto al ordenamiento jurídico quien durante el ejercicio de su cargo “se deja o se ha dejado sobornar, pervertir o viciar”, es evidente, al menos hasta la fecha, que el gobierno saliente en el municipio de Pinto, el gobierno “M” o también conocido como del Partido Popular, no se le puede tachar de “corrupto” amparándonos en la etimología legal del término, más dudas me surgen cuando leo la segunda acepción de dicho término “dañado, perverso, torcido”…
Existe una interpretación moral de la corrupción, es esta en la que veo similitudes y me encaja identificar el gobierno de “M”, con un gobierno corrupto, basando mi interpretación no en el marco legal del término, si no, en este último, en el de la moralidad.
Los trabajadores municipales del Ayuntamiento de Pinto, todos y todas en general y cuatro en particular, hemos padecido el azote de un partido embriagado de una mayoría absoluta, tan peligrosa, como contraproducente en las manos equivocadas, en manos de quien no ve más allá de su propio ego, de quien no entiende la gestión pública como un servicio por y para la ciudadanía, si no como una oportunidad para imponer sus frustraciones y exteriorizar sus carencias en forma de egocentrismo y despotismo.
Se equivoca en la gestión quien gestiona, hasta ahí mi más absoluto respeto por quien tiene la ardua labor de gestionar, no es mi objetivo ni ahora ni lo será nunca ser juez desde el sofá de mi casa o desde la barrera de la plaza, no pretendo valorar la gestión de partido de “M” respecto al ámbito económico, ni social, ni de cualquier otra índole, seguramente se hayan equivocado en mucho y acertado en algo, pero no es respecto a esto, a lo que me pretendo referir mediante esta reflexión.
Mi crítica es sobre algo más grave, más delicado, me refiero al daño gratuito, al proceder perverso y a las mentes torcidas que han demostrado poseer, no sé si todos o algunos de los políticos del equipo de gobierno saliente, me refiero a la “corrupción” moral que ha materializado el partido de “M” durante estos últimos cuatro años de desgobierno municipal.
No proceso ningún rencor ni rabia especial contra este partido, aunque pueda parecer lo contrario por lo expuesto, no pretendo hacer leña del árbol caído ni pescar en río revuelto, de hecho sé que quien me conoce no le sorprende ni una sola de las palabras manifestadas en estos párrafos, mi intención es mucho más llana y ambiciosa a la vez, pretendo hacer reflexionar a quienes se han equivocado en su forma de actuar, no de gestionar, que me da igual, si no de tratar a sus semejantes, a sus iguales a quienes debían un respeto que han decidido obviar durante esta legislatura.
Como se diría en determinadas partes de Cataluña o en algunos puestos de mercadillo, con el cambio de gobierno “Ganemos” tod@s, sobre todo los trabajador@s municipales en general y cuatro en particular.
Arturo López Cuadros
Secretario General de la Sección Sindical CSI-F en Pinto.