Izquierda Unida de Madrid. Crónica de una muerte anunciada
Decía don Manuel Vázquez Montalbán a unos compañeros del PCE hace muchos años “Vosotros, en los años 60, decíais que yo era un maldito socialdemócrata, reformista, revisionista y no sé cuantas cosas más. […] Pero el escenario político se ha desplazado de tal manera hacia la derecha que ahora, manteniéndome en las mismas posiciones, todo el mundo me toma por un peligroso izquierdista radical”. Buenos, pues años después sucede algo, que en su forma, resulta muy similar aunque en el fondo es radicalmente opuesto. Los dirigentes de IU-CM se han obcecado en mantenerse firmes en su puesto sin moverse un ápice a pesar de las diferentes crisis, avatares, escándalos e intentos de llevar a la organización una imprescindible renovación no solo de cargos, sino de la forma de entender la política y la izquierda en sí misma. Mientras tanto, el resto del mundo se movía, confluía y se organizaba para aprovechar una oportunidad que puede ser no solo histórica en Madrid, sino que quizás sea la única en muchos años. Y resulta que al final todo se ha movido a su alrededor, pero en el sentido contrario al que se le movió el entorno a Vázquez Montalbán. Todo el mundo ha vuelto a las raíces de la izquierda, a la movilización y la organización a partir de la población más desfavorecida (el famoso desde abajo) y de aquellos que han visto como el mal llamado Estado de bienestar ha sido desmantelado progresivamente. Han surgido nuevos prismas desde los que ver los mismos problemas y peligros que llevan acuciando a la clase trabajadora desde hace decenios. Y ellos han continuado quietos, inmóviles, negando cualquier movimiento que pudiera parecerse a una verdadera transformación de la organización. No han sido capaces ni tan siquiera de hacer una reflexión critica sobre la trayectoria de IU en Madrid, de intentar encontrar el porqué no han sido capaces de mantener cohesionada a la izquierda y que de Unida no ha tenido nunca más que el nombre. No han sido capaces de reflexionar sobre los motivos que han llevado a la gente ideológicamente mas próxima a IU a organizarse en movimientos sociales de protesta y posteriormente en organizaciones que, aunque comparten muchos rasgos con IU, se han organizado siempre desde las bases ciudadanas estructurándose y creando sinergias al margen de la que tendría que haber sido la organización que nuclease a todas ellas.
El problema, por desgracia, viene de lejos. Las luchas internas por conseguir el poder dentro de la formación ha ido desangrando lenta pero inexorablemente la organización, haciendo que los cuadros de la misma lleven enredados en sus cuitas, perdiendo el contacto que sus bases si han mantenido con una realidad social que reclamaba una organización fuerte para hacer frente a las agresiones que la sociedad estaba sufriendo. Es por ello que muchos de los militantes de base al ver el nuevo orden que se estaba organizando en la izquierda y viendo el inmovilismo de sus dirigentes, hayan ido poco a poco abandonando un barco con graves vías de agua y peligrosamente varado en su pequeña cuota de poder. Otros, han intentado infructuosamente desencallar la nave para intentar dirigirla hacia zonas de encuentro con los que, o bien abandonaron el barco para seguir luchando las mismas guerras, o con los que los movimientos de protesta, defensa de los servicios públicos y derechos ciudadanos han despertado una conciencia social y, sobre todo, una necesidad de transformación de las formas de entender la política y su relación con ella. Ojalá que si consiguen finalmente enderezar el rumbo, no sea demasiado tarde para no chocar contra las rocas y evitar que se hunda un barco que puede pasar de tener que poder haber sido el buque insignia de la transformación a ser un simple recuerdo de batallas pasadas.
1 Comment
Me ha gustado mucho la reflexión de Vázquez Montalbán