Que la historia no olvide vuestros nombres
Corría como un viento imparable la llamada transición por las calles de la cada ciudad, de cada barrio, de cada pueblo de esa España que despertaba de un largo letargo de cuarenta años adormecida a base del yugo de la mano firme que todo fascismo en el poder ejerce contra su pueblo.
Corría una fría noche de invierno en la calle Atocha de Madrid, era el 24 de enero de 1977. Hacía algo más de año que el mayor verdugo de España, el dictador Franco, había muerto felizmente en una cama de hospital, mientras pesaba sobre él miles de muertes inocentes anidadas en las cárceles y en las cunetas españolas.
Muertes de patriotas españoles que defendieron la igualdad, la libertad y la democracia para su pueblo.
Esa noche sobre las diez y media, un grupo de fascistas intentaron asestar un duro golpe a lo que ya desde hacía algún tiempo era imparable. Sin saberlo fraguaban historia en esa España que comenzaba a desperezarse. A esa hora los relojes de detenían y marcaban un antes y un después de esa llamada transición con la que, como siempre, algunos pagaron con un precio muy alto.
Ya hace 41 años, y esa noche de invierno quedaron grabados en la memoria los nombres de cinco militantes de CC.OO. y del PCE, y ahí están imborrables, marcando ese punto y seguido en nuestra historia.
Javier Benavides, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez, Javier Sauquillo y Enrique Valdevira, encontrasteis la muerte de manos del fascismo aquella fría noche del 24 de enero de 1977, en el número 55 de la calle Atocha de un Madrid mientras ejercíais lo que mejor sabias hacer: defender a una clase trabajadora oprimida por las leyes franquistas que aun estaban en vigor.
Pero el desconocimiento es supino, pensaban que disparando sobre vosotros os quitaban del medio, cuando la realidad es que alargaron vuestra memoria hasta tal punto de hacerla imborrable. Pensaban que el pueblo se acobardaría y ese encerraría en sus casas, que agacharían la cabeza y no se atrevería a abandonar la sumisión en la que vivió cuarenta años ¡se equivocaban! Vuestra memoria sigue viva, ahora nos corresponde a nosotros mantenerla viva.
Sería terriblemente injusto que sus nombre los borre el paso del tiempo, igualmente sería terriblemente injusto que se borrase el nombre de cientos, de miles… de hombres y mujeres que pagaron con su vida la lucha por la libertad.
¡ATOCHA HERMANOS, NO OS OLVIDAMOS!
Daniel Santacruz Moreno
Movimiento de Izquierda Alternativa de Pinto (MIA-Pinto)