Un día cualquiera y un problema cualquiera en el Ambulatorio del Parque Europa
Decides llamar por teléfono al centro de salud para pedir cita y que tu doctor o doctora valore el asunto.
Esperas, esperas, esperas… y terminas por desesperarte. Nadie atiende a la llamada al otro lado -¿Por qué? ¿No trabaja nadie ahí?-.
Pero no te rindes. Vuelves a probar y más de lo mismo después de diez minutos ‘colgado’ al teléfono. Y así una mañana entera… Decides entonces echar mano de la App en el móvil para pedir cita. Sonríes creyendo que así habrá suerte, pero cuando rellenas todo… ¡no hay cita para los próximos 14 días! Ni presencial, ni -como la llamo yo- la pseudo atención médica por teléfono. ¡14 días! En 14 días un problema puede en acabar en nada o en algo grave de lo que luego te arrepentirás siempre.
Mientras eso ocurre en este ambulatorio, todos hemos a la normalidad en el trabajo. También aquellos que comparten espacios cerrados con otros. Mención especial para los profesores y los trabajadores de supermercados. Desde el minuto uno de esta pandemia ahí.
¡Bravo por todo ellos y ellas, y, por supuesto, gracias!
Sin embargo, el ambulatorio sigue siendo un espacio cerrado. Casi un 80% de la gente vacunada, y no se atiende a la gente. Y cuando se hace, es principalmente por teléfono. Con perdón, ¡qué narices es eso de atender por teléfono! La medicina no se aprende así, y tampoco se práctica así.
Conozco casos de locos, incluso que una pediatra recete a un pequeño un corticoide -algo que debe examinarse bien- por teléfono “porque he escuchado la tos, y es típico de ese problema”. Sí, así es la nueva medicina que unos pocos médicos están queriendo imponer. Culpa de la Administración y de esta sanidad pública en extinción, pero también de esos médicos. “Los niños cuando estén vacunados”, he llegado a escuchar a la pregunta de cuándo volverá todo a ser como antes. Y podría seguir…
En el ambulatorio Parque Europa -supongo que en el resto será igual- se ha dejado de atender a la gente bajo un miedo que puede ser entendible, pero que ya que no lo puede paralizar todo. Estamos empezando a conocer en los medios problemas derivados de no atender a la gente. Problemas que con una atención presencial no habrían acabado mal. Y más que vendrán…
Esto contrasta con otros compañeros, la gran mayoría, que no han renunciado a su trabajo a pesar de la enorme ola que lo arrasó todo. Cada día poniéndose en riesgo. Y a los suyos en casa. Sin embargo, otros -hablo siempre desde mi experiencia en el centro de Salud del Parque Europa- han decidido que es mejor resguardarse detrás de un teléfono.
Faltan médicos en el ambulatorio Parque Europa, y eso es culpa de la Administración. Es tan cierto como vergonzoso, pero hacen falta médicos que practiquen la medicina de verdad. Con toda la seguridad para ellos y ellas, pero que hagan medicina. Cara a cara. De doctor a paciente.
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