Tercer episodio de Pinto y la Batalla del Jarama: “El duende de Gózquez”
- Tercer episodio de “Pinto y la Batalla del Jarama”
Al anochecer del día 6 de Febrero de 1937 el viejo caserón de Gózquez está ya en poder de los franquistas. El caserón se convierte desde primer momento en el emplazamiento perfecto para instalar el puesto de mando. A la comodidad de sus amplios salones se suma la seguridad que proporcionan sus bodegas que pueden servir como refugios frente a los bombardeos.
Todo el Estado Mayor de la Caballería está concentrado en el patio del caserío. El ambiente reinante es de optimismo. Aunque con contratiempos, se han alcanzado todos los objetivos militares fijados para esa primera jornada de la batalla.
De repente, con los últimos rayos de sol de la tarde, se oye un disparo cercano. Los hombres se miran unos a otros sorprendidos. En mitad del patio un oficial yace herido de muerte. Apenas unos segundos después –lo que tarda el tirador en cargar de nuevo cerrando el cerrojo de su fusil – cae otro hombre herido.
Comienza entonces la desbandada. Los hombres corren en busca de refugio detrás de muros, caballos, tanques… El francotirador, al que los soldados apodarán “el duende”, continúa a lo largo de la noche sembrando de muertos y heridos el suelo embarrado de Gózquez. Se revisan los salones, los pasillos, todas las estancias del caserío. Nada. No dan con el escurridizo duende.
Con las primeras luces del 7 de febrero, se reanuda la búsqueda. Tras revisar una vez más todos los rincones de Gózquez, esta vez sí se encuentra finalmente en una buhardilla al “duende”: Un joven soldado republicano que, sorprendido por el avance franquista, no se ha entregado al enemigo. En un acto de valor temerario, ha vendido cara su vida disparando con su fusil a través de un pequeño hueco en la pared.
No habrá piedad contra un enemigo que ha mantenido en jaque a toda la oficialidad franquista y que ha causado pavor entre la tropa. La historia del duende acaba en esa misma pared de Gózquez, donde es fusilado sumariamente.
Sin embargo, esta temprana prueba de tenacidad muestra al mando franquista que la batalla va a ser brutal. En los próximos días, y a ambos lados del río Jarama, muchos soldados republicanos van a vender cara su vida, como lo hizo aquella noche el “Duende de Gózquez”.
3 Comments
Hola Miguel Ángel.
Bonita narración, bien escrita, mejor detallada y muy muy interesante.
Te seguiré de ahora en adelante.
Un abrazo
Migueltxo
Brillante Miguel Ángel, ¿para cuándo la próxima? Estoy enganchado a la batalla del Jarama… Lo malo es que por primera vez se pierde el tiempo real en que estaba contada la historia. Lo bueno es que si lo has hecho así será por que ahora viene la acción … ¿me equivoco?
Gracias Nicolás. Me alegro mucho que estos relatos hayan despertado tanto interés por la Batalla del Jarama. La Historia y vestigios de Pinto de ese período de la Historia es riquísima. Es verdad que ya no me ciño a las efemérides, por intentar espaciar y no concentrar todos los artículos en unos pocos días. Como bien dices, en los próximos episodios descubriremos como los republicanos van cada vez oponiendo una resistencia más efectiva y los combates llegarán a niveles de gran crudeza. Lo contaremos aquí. Un cordia saludo.