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Segundo episodio de Pinto y la Batalla del Jarama: “La carga de la caballería”

  • Segundo episodio del ciclo “Pinto y la Batalla del Jarama”

Para el día 6 de Febrero de 1937 el tiempo ha mejorado: ya no llueve y los campos pinteños han empezado a secarse. La tregua que dio la lluvia hace unas semanas ha llegado a su fin. Hay concentrados en los pueblos de Pinto y Valdemoro más de 20.000 hombres. El plan de operaciones franquista es ambicioso: avanzar hasta la orilla del río Jarama, cruzarlo y, una vez afianzada la cabeza de puente, proseguir hasta Alcalá de Henares y cerrar el cerco sobre Madrid.

Pinto es un hervidero de tropas, carros de combate, artillería y jinetes impacientes por lanzarse al ataque. A las 8 de la mañana dan comienzo las operaciones: desde Pinto parten los escuadrones de caballería seguidos por la infantería. Al mando, el Comandante Eduardo Sáenz de Buruaga –abuelo del periodista Ernesto Sáenz de Buruaga-.

El avance de la caballería es arrollador. De poco sirven las trincheras excavadas por la 48ª Brigada Mixta frente a Pinto y cuyos restos todavía actualmente podemos encontrar. Los hoy en día bucólicos caminos de Los Almendrillos, de Valdeciervos, de La Loba, sirven entonces de corredores para la frenética galopada de la caballería.

Los jinetes, en una de las últimas cargas de caballería de la Historia, llegan rápidamente a las inmediaciones del viejo caserío de Gózquez. Aquí empiezan los contratiempos para los atacantes. Batallones de infantería de la 23ª Brigada Mixta cierran el acceso apostados en unas lomas –donde hoy en día se siguen encontrando restos de munición de aquel combate-. La artillería franquista, que ha seguido a la brigada, y que ya se encuentra emplazada junto a las ruinas de la Casa del Platero, bombardea a los republicanos mientras la caballería desborda el caserón. Poco pueden hacer finalmente los hombres de la 23ª. Antes de darse cuenta, la Bandera de Falange de Marruecos ya ha ocupado Gózquez y comenzado el registro de los numerosos pasillos, salones y bodegas que esconde el gran caserón. En lo más profundo de una de estas bodegas, los falangistas toman prisioneros a once republicanos. No han tenido tiempo siquiera de replegarse. La Batalla del Jarama ha comenzado.

Miguel Ángel García

Miguel Ángel García

Ingeniero Químico. Compagina sus investigaciones sobre la Guerra Civil con el estudio y divulgación del patrimonio histórico y natural de Pinto. http://patrimonioarquelogicoguerracivilpinto.blogspot.de/

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2 Comments

  1. Miguel Ángel García
    6 febrero, 2015 at 19:50

    Gracias por tu comentario, Nicolás. La zona de lomas a la que me refiero en el artículo aparece en la toponimia actual como “Los Minches”. Por lo que me imagino que estamos hablando de lo mismo. En toda esa zona y en los alrededores del propio Gózquez, además de quedar trazos de trincheras, siguen apareciendo hoy en día munición utilizada por el ejército republicano, como cartuchos y peines de Moisin-Nagant (soviéticos) y Lebel (franceses). Vestigios de los duros combates que tuvieron lugar allí hace hoy 78 años.
    Un cordial saludo,

  2. Nicolás
    6 febrero, 2015 at 14:44

    ¿Esas lomas en las que se refugiaron pueden ser “Las Mechinas”?