Promesas unidas a malas caras: solución inexistente
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Todos los esfuerzos de los partidos del Gobierno parecen centrarse en ir unos en contra de otros, no en solucionar el verdadero problema.
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Cada día más familias tienen problemas en los alquileres, pero no obtienen toda la ayuda que necesitan.
Varias polémicas giran en torno a la cuestión de los problemas de los contratos de arrendamiento y alquiler municipales. Dichos ires y ventres proceden, en su gran mayoría, de dos grupos políticos. Ganemos Pinto ha expresado su indignación tras darse cuenta de ciertas “informaciones” que se han visto publicadas en medios de comunicación de carácter local.
El partido político se ha visto en la necesidad de expresar que en todo momento ha estado apoyando a aquellas familias que han sido desahuciadas o que se han visto en riesgo de expulsión de las viviendas. Esta respuesta viene motivada por una información publicada en la que consta que una de las familias de nuestro municipio lleva viviendo en régimen de okupa desde que el Ayuntamiento decidió no prorrogarles su contrato de arrendamiento.
Un caso práctico que se ha completado afirmando que desde el Gobierno se han hecho muchas promesas pero no se ha llegado a solucionar nada después de todo el tiempo transcurrido.
“Existe una serie de personas que residen en viviendas municipales a las que no se les puede renovar el contrato actual debido a que no han satisfecho de forma reiterada el alquiler pactado y, por ley, no podría prorrogarse ese contrato debido a la deuda que han contraído”
El grupo político Ganemos Pinto se ha sentido aludido y con ello nos ha hecho llegar su correspondiente postura al respecto indicando que hay verdades “a medias”. Para ellos, la incompetencia del asunto está registrada en la forma de actuar del Partido Popular y de las acciones de sus miembros. Desde no poner en marcha cuando estuvo de la mano de los que estaban al mando las viviendas sociales hasta el mal reparto de las viviendas públicas que se hicieron con alquiler municipal (muchos de los propietarios no podían hacer frente a las mensualidades).
Así pues, queda entre dos frentes una cuestión social de vital importancia para la población. Tenemos dos bandos enfrentados donde cada uno afirma tener competencia para solucionar el problema. Cada uno de ellos defiende su postura y rechaza la del oponente, pero los resultados no parecen verse para los que de verdad importan, que son los que están sufriendo el problema desde dentro.