Los conflictos obreros en Pinto y Parla
Del resto del año 1931 solo tenemos constancia de diversos conflictos agrícolas en nuestro municipio. Unos conflictos que fueron resueltos, según publicaba el 30 de septiembre el diario “Crisol”, gracias a la mediación del delegado regional de Madrid. Con su mediación terminaron los conflictos agrícolas de Arganda del Rey, Colmenar de Oreja, Fuentidueña de Tajo y Pinto.
También gracias a su mediación se firmaron unas bases de trabajo entre los patronos y los obreros tratantes en ganado.
Conflicto sangriento en Parla
El viernes 13 de noviembre ocurrió un sangriento suceso en el vecino pueblo de Parla. Las diferencias entre patronos y obreros provocaron un tumulto que terminó con la muerte de un anciano de 72 años y una joven de 24.
A principios de noviembre llegaron a Parla una cuadrilla de obreros, procedentes de Torrijos, dispuestos a desarrollar un determinado trabajo. El presidente del P.R.R.S. (Partido Republicano Radical Socialista) de Parla, don Braulio Escolar, se dirigió a los obreros intrusos y les manifestó que el pueblo se hallaba en malas condiciones de trabajo, hasta el punto de no tener sitio donde pudieran emplearse. Los de Torrijos manifestaron que habían sido llamados por el patrono Lucio Ribera; pero que se avenían a no trabajar en Parla para no perjudicar a sus compañeros de dicho pueblo, siempre que el patrono que los había llamado les abonase los gastos del viaje realizado. Así se acordó, con total confianza, entre Braulio Escolar y los obreros.
Los obreros fueron a entrevistarse con el patrono; pero el patrono les dijo:
“Id a trabajar cuando se marchen todos al campo que irán con nosotros la Guardia Civil y los hijos de la patrona Isidra, que también van armados con escopetas”.
Los obreros del pueblo de Parla, como los de Pinto y otros muchos municipios, venían siendo amenazados por la clase patronal desde las elecciones de abril.
El teniente de la Guardia Civil de Pinto, como autoridad, acordó el jornal mínimo de seis pesetas, y la imposibilidad total de dar trabajo a obreros que no pertenezcan a las demarcaciones de los pueblos respectivos. De este acuerdo fueron testigos el presidente del P.R.R.S., don Braulio Escolar, y el vecino Pedro Jiménez.
Sin embargo, en la tarde de aquel mismo día, el patrono Francisco Ocaña, concejal cajero de Parla, tuvo una discusión en plena calle con los dos testigos mencionados y en presencia de un grupo de afiliados al P.R.R.S.. La discusión versó sobre el acuerdo tomado aquella misma mañana. El concejal se excitó tanto en la discusión que llegó a levantar el azadón en tono amenazador sobre la cabeza de los mencionados testigos del acuerdo. El caso enturbió los ánimos de los que se hallaban alrededor, en un sentido adverso al concejal. Pero aquel día no ocurrió nada.
Pero el 13 de noviembre los obreros de Parla, al ver que la Guardia Civil protegía a los obreros de Torrijos para que trabajaran en aquella demarcación, decidieron actuar. Un grupo de 14 o 15 hombres se lanzaron contra ellos. La Guardia Civil disparó, y mató a un anciano de 72 años y a una joven de 24, que por casualidad transitaban por el pueblo en el momento del tumulto.
El entierro, verificado aquella tarde, se convirtió en una imponente manifestación de duelo, donde acudió todo el pueblo de Parla.