Teatro a beneficio de los obreros parados de Pinto

El Comité ejecutivo del Partido Republicano Radical Socialista de Pinto organizó una función de teatro que se celebró el sábado 20 del junio de 1931 en el Teatro del Pueblo. En la función teatral se representó la aplaudida obra de D. Álvaro de Orriols, titulada “Rosas de Sangre”, siendo intérpretes de la misma el elenco artístico “Orriols”, que dirigía don Telesforo García. 

Cartel y programa de teatro de la obra “Rosas de Sangre”

Rosas de Sangre o El poema de la República había sido estrenada en el teatro Fuencarral de Madrid el 2 de mayo del 31. El dramaturgo catalán se convirtió con esta obra en un precursor del teatro revolucionario. Con un extenso reparto, un gran número de figurantes a modo de coro y el uso del verso dramático, Orriols conseguía un gran efecto de realidad. En su obra se actualizaban episodios históricos como las huelgas obreras, la ley de fugas alentada por los generales africanistas, la censura, el movimiento revolucionario de Jaca o la celebrada proclamación de la República.

El Teatro del Pueblo era el viejo Pósito, antiguo almacén de “diezmos y primicias”, que en 1878 fue convertido en Teatro de la Villa por un grupo de vecinos aficionados al teatro.  El teatro, de grandes dimensiones y de construcción maciza de ladrillo, se erigía sobre un altozano, para evitar las humedades del arroyo de los Prados, que atravesaba todo el Egido y dividía la villa de Pinto en dos mitades. El teatro se componía de lunetas, largos bancos de madera con respaldo y dos pisos de palcos. Contaba con 300 localidades y un pasillo estrecho comunicaba las puertas de entrada con el escenario, donde también había una puerta para la salida de artistas en la parte sur.

Imagen del Teatro del Pueblo junto a la iglesia de Pinto

La obra fue del agrado del auditorio, que llenaba totalmente el teatro. Sus intérpretes fueron aplaudidos tanto por su acertada interpretación como por su obra benéfica, dejando en el pueblo, para el paro obrero, los beneficios obtenidos.

 También contribuyeron a dicho acto la orquesta del pueblo, así como la empresa de transportes de viajeros Escribano, que hicieron todo su trabajo gratuitamente.