Deslealtad, engaño y traición es lo que afirman sentir en el Sindicato mayoritario de Bomberos tras la aprobación de la compra de un nuevo vehículo de emergencias
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En el último Pleno Municipal, celebrado el jueves 25 de noviembre, se aprobó la compra de un vehículo de primera intervención para PIMER-Protección Civil por importe de 160.000€.
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El Sindicato Mayoritario de Bomberos de la CAM ha emitido un comunicado en el que afirman que lo que han obtenido del Equipo de Gobierno ha sido deslealtad, el engaño y la traición.
El Sindicato Mayoritario del Cuerpo de Bomberos de la CAM ha emitido un comunicado de prensa en el que manifiestan no entender que, tras años de reuniones con el alcalde, Diego Ortiz, se tome esta decisión, teniendo en cuenta que, según las palabras del edil en las mismas, el personal de PIMER eran técnicos sanitarios y no bomberos.
“Se hizo especial hincapié, por parte de los representantes del gobierno, en que el personal del PIMER eran técnicos sanitarios, y no bomberos, y que no les correspondían acometer a ellos las tareas de extinción.”
Tras la firma, el pasado 23 de julio, entre el director de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, Carlos Novillo, y el alcalde de Pinto, Diego Ortiz, del convenio de colaboración entre el Cuerpo de Bomberos y PIMER-Protección Civil (firma estaba pendiente desde 2019), se dejaban claras las competencias de ambas formaciones. Por ello, expresan en el comunicado su disconformidad con una medida que no respeta lo pactado.
La Voz de Pinto se ha puesto en contacto con el Sindicato Csit para que nos aclaren todo lo expuesto en su comunicado. A continuación recogemos sus declaraciones.
La voluntad que ha mostrado siempre el Sindicato Mayoritario del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, con respecto al conflicto y las disfunciones surgidas entre el servicio municipal de emergencias de Pinto y el propio Cuerpo de Bomberos, ha sido la del concilio, la mediación y el entendimiento.
Fue antes de su entrada en el gobierno cuando el ahora alcalde solicitó apoyo y asesoramiento para poder afrontar esta compleja situación que tiene su origen en 2008 cuando, durante el mandato de los Populares, se crea el PIMER (primera intervención municipal de emergencia y rescate).
“Se nos manifiesta, entre otras cosas, la pretensión que había por parte de algunos trabajadores municipales de poder llevar a cabo un proceso de funcionarización para dotar en un futuro un parque de bomberos municipal“
En noviembre de 2019, con el PSOE ya en el gobierno, se produce la primera reunión entre representantes del Sindicato de Bomberos y el propio alcalde de Pinto. En ella se nos manifiesta, entre otras cosas, la pretensión que había por parte de algunos trabajadores municipales de poder llevar a cabo un proceso de funcionarización para dotar en un futuro un parque de bomberos municipal, pretensión que carecía de todo sentido dado que en el proyecto de integración de parques, planteado por la Comunidad de Madrid, ciudades como Leganés, Fuenlabrada, Móstoles y Alcorcón, que rondan los 200.000 habitantes, tenían previsto pasar a formar parte de la red de parques de la propia Comunidad. En Pinto, con algo más de 50.000 habitantes, haber llevado este proyecto a cabo podría haber puesto en serio peligro la sostenibilidad económica y la estabilidad presupuestaria del propio municipio.
“En aquella reunión, en la que se nos pidió expresamente “ir vestidos de bomberos”, se nos pidió de nuevo asesoramiento y ayuda para poder regular la situación de inseguridad e irregularidad en la que se encontraba el PIMER.”
En junio de 2020, y a petición del equipo de gobierno de Pinto, se produce la segunda reunión. Asisten representantes del Sindicato Mayoritario de Bomberos Csit, representantes de la jefatura del parque de Bomberos de Parla, el concejal de seguridad, la concejala de recursos humanos y el propio alcalde, Juan Diego Ortiz.
En aquella reunión, en la que se nos pidió expresamente “ir vestidos de bomberos”, se nos pidió de nuevo asesoramiento y ayuda para poder regular la situación de inseguridad e irregularidad en la que se encontraba el PIMER.
Los representantes del gobierno pusieron de manifiesto, entre otras cosas, la cantidad de problemas que les estaba generando el servicio municipal de emergencias, entendían que había funciones que les solicitaban hacer y que no eran de su competencia, que habían inventado protocolos por su propia cuenta y riesgo, que el servicio les había generado un exceso de cuatro mil y pico horas anuales (recordar que no son voluntarios, sino personal laboral) que estaban fuera de norma, que su turnicidad no podía atender a trabajar en guardias de 24 horas y librar cinco días porque no son personal funcionario de un servicio especial. Se hizo especial hincapié, por parte de los representantes del gobierno, en que el personal del PIMER eran técnicos sanitarios, y no bomberos, y que no les correspondían acometer a ellos las tareas de extinción.
Se recordó a los miembros del equipo de gobierno que Pinto paga 1,6 millones de euros al año por la prestación del servicio de prevención, extinción de incendios y salvamento por parte de la Comunidad de Madrid, y fue el propio alcalde el que entendió que no era necesario suscribir convenio con el Cuerpo de Bomberos puesto que las pretensiones que tenían, desde el servicio municipal de emergencias, eran las de acometer las funciones de transporte sanitario complementarias a las del propio SUMMA 112, organismo competente en materia sanitaria.
Desde el Sindicato de Bomberos, con la responsabilidad y la dedicación que implica esta profesión, no acabamos de entender cómo Pinto, que paga 1,6 millones de euros al año por la prestación del servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, pueda estar gastándose de manera paralela una cantidad tan ingente de dinero, en personal laboral cuando podría ser perfectamente voluntario, como ocurre en otros muchos municipios, en vehículos de primera intervención, como el recientemente aprobado, por valor de 160.000€, en material relativo a la extinción de incendios como pueden ser los equipos de protección personal, herramientas, utillaje, y en ese volumen desorbitado de horas extraordinarias que no hacen sino socavar y poner en riesgo, aún más si cabe, la estabilidad económica y financiera del municipio.
Desde el equipo de gobierno se nos hizo saber que, dadas las irregularidades que se habían venido cometiendo por parte del jefe de división, se habían iniciado los correspondientes expedientes sancionadores, que se había denegado la compra de un camión de bomberos que propusieron adquirir, que habían surgido muchos problemas con los reiterados incumplimientos del protocolo de colaboración con Bomberos de la Comunidad por parte de algunos miembros del PIMER, y que la idea final se resumía en volver a concebir el servicio municipal de emergencias como servicio sanitario auxiliar, dejando de lado las funciones de extinción propias del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Hemos ayudado en todo cuanto nos ha sido requerido, hemos tratado de resolver este conflicto por la vía del concilio y el diálogo, hemos depositado en este equipo de gobierno la confianza que con otros fue imposible llevar a cabo, hemos puesto a disposición de Pinto todos los recursos y herramientas que desde el Cuerpo de Bomberos se pueden aportar, y el pago que hemos recibido a cambio, por parte de quienes un día pidieron ayuda y apoyo, ha sido la deslealtad, el engaño y la traición.
Los Bomberos damos la vida por los ciudadanos, no merecemos semejante pago.