Equo Pinto muestra su preocupación por el macroproyecto de planta fotovoltaica

EQUO ve en este proyecto aspectos positivos desde el punto de vista energético y de mitigación del cambio climático, pero el macroproyecto de plantas fotovoltaicas “Ortega” y “Gasset” ocuparía más de 8 millones de metros cuadrados de terreno rústico, más del doble de la superficie actual de la zona residencial de Pinto y la práctica totalidad del terreno no urbanizable disponible en el municipio, puesto que el resto de zonas rusticas de Pinto están enmarcadas en el parque regional del Sureste y en la ZEPA adyacente a este.

El modelo energético que promueve EQUO está basado fundamentalmente en instalaciones renovables de autoconsumo y generación distribuida en viviendas e instalaciones industriales o agrarias de de propiedad pública, cooperativa o ciudadana. Sin embargo, la situación de emergencia climática en que nos encontramos, que hace que en muy pocos años tengamos que prescindir de los combustibles fósiles y dotarnos de un sistema eléctrico renovable, nos obliga a aceptar plantas fotovoltaicas y eólicas de gran tamaño, ya que no es viable instalar solo con autoconsumo los 3.000 Mw anuales fotovoltaicos que serían necesarios para una reducción del 20% de las emisiones para 2030.

Como partido ecologista, defendemos y defenderemos la generación de energías limpias, pero no a cualquier precio. Compartimos la preocupación mostrada por el movimiento ecologista pinteño por la posible afectación de esta infraestructura sobre las numerosas especies protegidas, como el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, la avutarda o el sisón, que habitan la zona, que además se encuentra a muy poca distancia de zonas urbanas del municipio, con el impacto visual y medioambiental que ello supone. Es de vital importancia que se realicen las pertinentes evaluaciones de impacto ambiental con seriedad y participación ciudadana, y
teniendo en cuenta que muchas de las especies que ahora habitan esta área se desplazaron desde las zonas protegidas debido a la presión que ejerce sobre ellas la caza y la actividad del vertedero de la Mancomunidad del Sur. En el caso del proyecto fotovoltaico de Pinto proponemos además reducir la superficie afectada para evitar que se consuma todo el suelo rústico del municipio y aumentar la plantación de vegetación en zonas de su perímetro para minimizar el impacto paisajístico de la instalación.

En el caso de la planta de Pinto hay que considerar la situación del área metropolitana de Madrid, un gran sumidero energético que produce muy poca energía eléctrica (apenas un 4,4% de su demanda), consumiendo gran cantidad de electricidad procedente de centrales nucleares como Almaraz, Trillo y la térmica de La Sagra en Toledo. En ese contexto la instalación de 303 Mw de energía renovable en la región es muy positivo para la racionalidad y sostenibilidad energética de Madrid.

Por lo tanto, nuestra postura ante el proyecto no es de oposición frontal, pero sí de preocupación por la manera en que podría ejecutarse. Por desgracia, la ciudadanía pinteña ya conoce bien los antecedentes de grandes infraestructuras como el vertedero mancomunado, las numerosas depuradoras de la zona o la planta de secado de lodos de la Torrecilla, que acaban perjudicando gravemente al medio ambiente de nuestro entorno y a la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas en base a un principio de solidaridad mal entendido, puesto que siempre acaba perjudicando a los mismos.

El 26 de noviembre, ya publicamos información acerca de la postura similar que Ecologistas en Acción de Pinto tiene al respecto del tema.