¿Hacen falta colegios en el barrio del Vivero-Hospital-Universidad?
Según la moción presentada por el equipo de Gobierno, a la que se adhirió después Ganar Fuenlabrada, en el pleno de mayo y que fue aprobada sin el apoyo del PP, el pleno municipal aprobaba el 18 de diciembre de 2007 la puesta a disposición de la Comunidad de Madrid de una parcela de 14.824,21 metros cuadrados para la construcción de un centro público de educación infantil y primaria. También exponen que han tenido diversas reuniones con los máximos responsables de la Consejería de Educación y de la DAT- Sur y que ya se les había avisado de la necesidad de dos centros públicos en esta zona, debiendo estar el primero de ellos construido para el curso 2016-2017.
El único colegio de lo que se denomina popularmente los barrios nuevos, es decir, Vivero-hospital-universidad consta de un sólo colegio. En la actualidad, este colegio, el Juan de la Cierva, tiene matriculados a 542 alumnos, quedando 693 niños en el barrio que cursan sus estudios fuera de dicho distrito. Este colegio va dotado de tres líneas en infantil de 3 años, y, de 69 plazas, tiene demandadas 63, sin contar las seis plazas reservadas para ACNEEs, de las que hasta la fecha sólo se ha ocupado una, según ha informado su propio director. Durante los tres próximos cursos este barrio contará con 622 alumnos más que se incorporan al primer ciclo de educación infantil, el equivalente a 25 aulas. Según el equipo de Gobierno el retraso en la construcción de este centro supondría que cientos de niños de tres a cinco años tengan que cruzar la M-407 para ir al colegio más cercano fuera del barrio, que es el CEIP Carlos Cano, a más de un kilómetro y medio, según la moción.
El tema de las distancias y la accesibilidad desde el barrio del Vivero al CEIP Carlos Cano fueron dos de las cuestiones sobre las que se basaba el debate en el pasado pleno. El solar en el que se pretende construir el primero de estos centros se sitúa en el Camino del Molino, esquina con la Calle Medicina, en las inmediaciones de la Ciudad deportiva Fernando Torres. Y ni está a más de un kilómetro y medio, como dice el Equipo de Gobierno, ni está a 120 metros como informan desde el PP de Fuenlabrada. La distancia es de algo menos de un kilómetro, es decir, de 12 a 13 minutos caminando y en efecto, tal y como argumentan los populares hay pasos de peatones para cruzar la autovía que separa ambos barrios.
Sergio López, portavoz del PP fuenlabreño, ha reconocido ante los medios que para finales de la legislatura probablemente se deberá a empezar un colegio en este barrio pero asegura que a fecha de hoy no es necesario porque el Juan de la Cierva tiene vacantes disponibles y el Carlos Cano está a escasos tres segundos en coche. Además, considera que el alcalde está siendo un irresponsable en este asunto y que se trata de una “artimaña política” contra la Comunidad de Madrid. Además, informa de que los técnicos no aconsejan la construcción de dichos centros.
Ruth Pascual, concejala de Ganar Fuenlabrada asegura que se necesita al menos un colegio más en este barrio, ya que, sólo para el año que viene, al menos, 196 niños de esta zona deberán ser matriculados, lo que se traduce en ocho aulas. “Si actualmente van al Juan de la Cierva que está relativamente cerca, a partir del año que viene van a tener que desplazarse al Carlos Cano, al Velázquez, o, al Fregacedos que están a una distancia considerable teniendo en cuenta que son niños de tres años”. Además, asegura que en el Juan de la Cierva hay lista de no admitidos. “Y sino los enviamos a Griñón que también está cerca o a un concertado”, dice de forma irónica. Y expone que no es justo que los padres tengan que llevar a sus hijos fuera del barrio por falta de plazas públicas.
Según Sandra Villa, activista de Marea Verde, responder a la pregunta de si es necesario construir colegios en este barrio es difícil. “Si es necesario tiene que ser público y con un plan de red de centros de todo el municipio”, explica. Y recuerda que se trata de un acuerdo firmado antes de 2008 y que ahora la Comunidad de Madrid no quiere construir.