La inclusión de facturas de Aserpinto fué autorizada por la intervención, técnicos municipales y por el Ministerio de Hacienda
Según el criterio de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, plasmado en su último informe, las facturas de Aserpinto durante 2012 que ascienden a 4.120.000 euros podrían no cumplir el requisito al tratarse de una empresa pública que depende del propio ayuntamiento y porque las empresas fueron pagadas no a la empresa sino al banco.
Tras esto, el grupo municipal de UPyD criticaba que el Equipo de Gobierno hubiera presentado estas facturas dentro del Plan de Pago a Proveedores máxime cuando la Cámara de Cuentas afirmaba que estas facturas de pagaron de forma “irregular”.
A raíz de esto, fuentes municipales afirman que
“UPyD debe saber que tanto la Intervención General como los técnicos municipales y el Ministerio de Hacienda autorizaron este sistema”.
El Ayuntamiento de Pinto se adhirió al Plan de Pago a Proveedores para que el dinero estuviera lo antes posible en el bolsillo de los ciudadanos. En este caso, los proveedores del Ayuntamiento endosaron sus facturas a un tercero, que se convirtió en el acreedor del Ayuntamiento, al que el Consistorio le pagó a través del Plan de Pago a Proveedores tal y como se recoge en el Real Decreto-ley 4/2012 de 24 de febrero. En concreto, su artículo 2.4 establece que “se entiende por contratista, a los efectos de los dispuesto en este Real Decreto-ley, tanto al adjudicatario del contrato como al concesionario a quien le haya transmitido su derecho de cobro”. En este sentido, hay dos sentencias del Tribunal Supremo 22 de febrero de 1994 y 26 de septiembre de 2002) donde se explica que, como en este caso, existe un cambio de acreedor por ese motivo.
También argumentan desde el ayuntamiento que La Cámara de Cuentas no establece sanciones ni recomendaciones ante este tema, únicamente expresa su opinión ante este hecho avalado por distintos órganos.
Las mismas fuentes municipales consultadas afirman que UPyD debería empezar a trabajar por el bien de los vecinos y acudir a los órganos fiscalizadores existentes en Aserpinto, aunque han preferido no estar.