Muerto el perro

“Muerto el perro” no se soluciona nada

No soy de escribir en caliente, pero últimamente con todo lo que se nos cuenta en las noticias que está pasando no hay manera de dejar de estar en caliente… “Ése” que se atribuye liderar el feminismo pero los días previos al 8M no paró de criticar la huelga y demás movilizaciones, el “otro” que de ese tema prefiere no hablar y negar la brecha salarial, los terribles casos de
asesinatos de mujeres y también de niños con la sombra de la prisión permanente revisable…

Cartas indignantes a pensionistas que cuestan más que la pírrica subida que anuncian… Ministros que hablan de un 90 y pico % de puntualidad en cercanías, pero las miles de personas que usan los trenes a diario ya no soportan más incidencias y averías…
Pero yo venía a hablar de algo menos trascendente quizá… pero que también está en el día a día de los transeúntes que pisamos las calles de Pinto y que, a veces, por descuido, pisamos lo que no es calle con mucho asco.
Recientemente a una amiga le han envenenado su perro cuando lo sacó al paseo diario por las entrecalles de Parque Éboli, imposible saber quién ni cómo, solo unos segundos y el pobre animal cae en la trampa de algún desalmado o desalmada. Sí, a mi me molestan mucho las cacas y los pipis de perro pero ésta no es la solución, el animal no es responsable; por tanto con poner veneno no acabaremos con la suciedad en las calles, máxime cuando en este caso, y me consta, los dueños son personas responsables que recogen (recogían) las deposiciones de su animal.
En este caso no es aplicable aquello de “muerto el perro se acabó la rabia”, porque “muerto el perro” seguirá habiendo personas incívicas que “olviden” retirar las deyecciones fecales de sus queridas mascotas perrunas, incumpliendo el art. 13, apartado 8 de la Ordenanza Municipal de tenencia animal.
Así que señoras y señores responsables políticos, pónganse las pilas y pongan soluciones al problema, queremos ciudadanía cívica, queremos disfrutar de nuestras mascotas y queremos las calles limpias… que sí, que se puede, por lo tanto pónganse a ello ya.
Y si no pueden, pues… dejen paso.