Desahucio paralizado en Fuenlabrada

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Parla, junto a más de medio centenar de personas procedentes de diversos colectivos sociales y políticos de Fuenlabrada han conseguido paralizar de forma indefinida (sin fecha) el desahucio de Faith Bernard y sus dos hijos gemelos menores de edad. Ahora, el siguiente paso será negociar con Bankia un alquiler social, asequible para sus ingresos como prestataria de la Renta Mínima de Inserción (RMI).

Colectivos sociales y políticos han asistido para presionar y evitar el lanzamiento |Desiree Panadero

PAH Parla ha llevado el caso|Desiree Panadero

La afectada, superviviente de violencia de género, anteriormente vivía en la capital y llevaba en la vivienda en cuestión, un bajo de la calle Valencia, un mes. Faith asegura que alguien le encontró ese piso, que ella pagó un dinero y le dieron las llaves. Cuando llevaba en la vivienda una semana, le llegan los papeles del juzgado y después la carta del juez. “Antes de entrar yo no sabía que la casa tenía problemas de hipoteca, ni tenía ni idea de todo esto”, explica. Hasta el momento, ninguna institución le ha ayudado con sus problemas de vivienda, ni le han propuesto alternativa habitacional alguna.

Activistas de la PAH dentro de la vivienda|Desiree Panadero

Activistas de la PAH|En el exterior de la vivienda

El equipo de La Voz de Pinto, ha estado dentro de la casa para conocer de primera mano el caso de Faith. De este modo, mientras la afectada esperaba la llegada de la comisión judicial, otras mujeres que estaban acompañando a la misma nos han querido contar también sus problemas en materia de vivienda y cómo lo están viviendo. Linda, activista de PAH Parla nos explica que ella, madre de dos niñas de cinco y seis años y desempleada, llevaba 8 meses sin poder pagar su alquiler al banco, ya que no estaba cobrando ningún tipo de prestación. Haciendo caso a los consejos de su trabajador social, empieza a buscar otro piso, pero, nadie se lo quiere alquilar porque no tiene una nómina. Ahora, después de un año y medio, le han empezado a pagar la RMI. Linda llevaba cuatro años viviendo en su domicilio cuando fueron a desahuciarla. El lanzamiento de Linda tampoco se ejecutó gracias a la presión popular y el trabajo de la PAH y ahora, está en trámites para poder conseguir un alquiler social. “Así me salvan la vida, ahora tengo un techo donde poner mi cabeza con mis dos niñas”, cuenta aliviada.

Otra mujer, de origen ecuatoriano y que lleva veinte años residiendo y trabajando en España, cuenta como cuando empezaron a tener problemas para hacer frente a la hipoteca, tras doce años pagando religiosamente, su marido le dejó los papeles del divorcio, junto a los de la hipoteca en el asiento trasero del turismo de ella y se marchó, desentendiéndose del asunto. Explica como ha sufrido depresiones, crisis de ansiedad y que en muchas ocasiones ha pensado en lanzarse desde la ventana de ese tercer piso que tantos problemas le está dando. También denuncia que tenía que pagar el día 28 de cada mes y que si se atrasaba en el pago, aunque fuese un día, le cobraban intereses de demora. Por su parte, una cuarta mujer, explica como ha estado pagando un dinero al banco, que ahora no aparece por ninguna parte y asegura que en su comunidad nadie sabe de sus problemas. “Me da mucha vergüenza que se enteren que no tengo trabajo, qué van a pensar cuando vengan a echarme de mi casa”, dice mientras mira por la ventana pensativa.

Varias mujeres han acompañado a Faith Bernard en el interior de la vivienda|Desiree Panadero

Entre las anécdotas de la mañana, cabe destacar la llegada de un hombre con maletín, que ha despertado las alarmas y ha hecho que todas las personas que se encontraban en el portal se uniesen y le bloquearan el acceso, pensando que era el cerrajero encargado de cambiar la cerradura de Faith. Finalmente, todo ha sido una falsa alarma, pues, se trataba de un fontanero que iba a otra vivienda. Varios concejales de Ganar Fuenlabrada también han estado apoyando desde las ocho y media de la mañana en el portal junto al resto de vecinos.